Reflexiones
históricas sobre la creación de la Universidad Indígena de
Venezuela como Centro de Educación Superior desde los pueblos
indígenas.
CAK, Caño Tauca a los 3 días de Diciembre del año 2001
Estos días nosotros de Causa Amerindia Kwixi hemos recibido correspondencia en respuesta al Proyecto de la "UNIVERSIDAD INDÍGENA DE TAUCA" que enviamos a distintas instituciones y personalidades del país y también del exterior. Las respuestas son muy variadas pero hay cierta coincidencia en muchas de ellas al referirse al título "Universidad Indígena", algunos a favor y otros en contra. A raíz de estos planteamientos y teniendo en cuenta la validez que pueden expresar los argumentos en contra, vemos necesario hacer algunos aportes a favor de una justificación del título elegido en el Proyecto.
Algunos señalan que si se trata de una Universidad indígena el término en sí contradice la universalidad de la institución y que, además, la realidad universitaria ha sido siempre totalmente ajena a los pueblos indígenas de América. Otros estiman que el concepto universidad es exclusivo de las formas modernas y, por lo tanto, todo lo que así se llame debe sujetarse a los rígidos esquemas de la ortodoxia occidental, no importando que la institución que se propone sea indígena. Hubo quienes argumentaron que no se puede tener credibilidad institucional si el equipo docente no incluye especialistas profesionales en cada una de las áreas. También se ha sugerido que no se puede hablar de niveles superiores de educación con estudiantes que apenas pueden hablar castellano o escribir y que no han aprobado los niveles básicos y medios de educación.
No podemos referirnos por separado a cada una de las observaciones que se han hecho; preferimos expresar nuestro punto de vista con la intención de dialogar con ustedes, amigos y aliados en la lucha de los pueblos.
Por qué el término Universidad
No es posible abarcar, en el espacio de unas líneas de reflexión, las distintas etapas culturales que ha tenido el proceso de la formación del pensamiento e identidad de los diferentes pueblos en el marco de sus variadas condiciones ambientales y socio-históricas. Pasando por alto los procesos culturales de Egipto, Grecia y Roma, la cultura latina en el medioevo creó espacios o instituciones sui géneris, destinadas al desarrollo del conocimiento, las lenguas y las artes. A finales del siglo XIV en Europa el uso del término "universidad" se había difundido, y definía a la comunidad de maestros y estudiantes.
Avanzando en la historia y tras el renacimiento las naciones de Europa impusieron distintos modelos de universidades que fueron adaptándose a las diferentes realidades: empezando por las universidades de Bolonia, París, Salamanca, etc. En la universidad de París se licenciaban en Docencia, en Bolonia se impartía el Derecho, en Montpellier la Medicina, etc. Consolidados los Estados-Nación en Europa, surgieron modelos según las distintas naciones que promovían los estudios generales de la universidad e imponían sus conceptos. Así podemos designar: la universidad alemana, la inglesa; la napoleónica, la española, etc. Se acentuaba la pérdida de su carácter universal y cada vez más se afianzaba la hegemonía del Estado burgués europeo en la concepción de las universidades.
En las nuevas naciones que surgen en los continentes colonizados se imponen los distintos criterios que han de fundamentar el protagonismo de la cultura europea sobre los pueblos conquistados. Las notables diferencias existentes en el conocimiento científico y tecnológico expresada por los conquistadores en referencia a las culturas aborígenes de América, en particular el amplio desarrollo de la cultura escrita en contraposición a las culturas orales de América, definió la posición de supremacía que se manifestó sobre estas.
Las universidades de América tuvieron muy diferentes características según los países y situaciones sociopolíticas de los lugares en que se desarrollaron. Fue muy diferente el proceso de las universidades norteamericanas al de las universidades latinoamericanas pero, todas ellas, sin excepción, crecieron al margen de los pueblos conquistados. Nunca pudieron o quisieron las universidades de América asumir la "autosuperación cultural", como la llama Darcy Riveiro, integrando los nuevos conocimientos en el vientre de las culturas aborígenes como más tarde sí lo hicieron las universidades japonesas. Los indios fueron sinónimo de retraso y barbarie. En la modernidad y en la postcolonia, como consecuencia de los procesos históricos, los nuevos Estados adaptaron del sistema colonial, de acuerdo a los intereses de la élite, el control del conocimiento y de la educación mediante la difusión de los modelos de las universidades europeas.
En América el mundo fue pronunciado en el lenguaje de los conquistadores y las diferentes universidades que se crearon en América, fueron instrumentos prestigiosos del conocimiento. Las universidades, manejadas hábilmente por las riendas del poder, contradijeron sus fundamentales objetivos de propiciar el conocimiento universal destruyendo indirectamente la diversidad cultural de las tierras colonizadas. Entendemos que en América, la autosuperación cultural que asumieron a tiempo las universidades japonesas, hubiera sido mucho más difícil, pero no por ello imposible. Las culturas Mayas, Aztecas e Incaicas ciertamente pudieron ofrecer el vientre y la matriz americana para que en ella germinara y naciera un nuevo proceso de afirmación cultural. De haberse dado en América la autosuperación cultural la historia del Continente hubiera sido absolutamente otra. (Continúa en:
FOTOGRAFIAS
DE LOS PRIMEROS PASOS DE LA FUTURA UNIVERSIDAD:
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